La costa norte de Tenerife es una costa de gran belleza, agreste, salpicada de acantilados donde el mar azota con fuerza y el azul profundo contrasta con la negra roca volcánica creando estampas de inigualable belleza.
Las calas y playas soleadas habituales en el sur de Tenerife aquí dan paso a abruptas calas de piedras, algunas inaccesibles, piscinas naturales excavadas en la propia roca por el mar, siendo escasas las playas de arena.
Existen algunos ejemplares sin embargo que se encuentran entre las más espectaculares de Tenerife y que os iremos desvelando.
La playa del Socorro es una de ellas. Situada en el término municipal de los Realejos, se encuentra a escasos 8 km del Puerto de la Cruz, dirección oeste. Es una espectacular playa de arena negra y fuerte oleaje que para nosotros es el entorno perfecto donde disfrutar de una auténtica experiencia frente al mar.
La fina arena invita a pasear por la orilla o a tumbarse al sol. El entorno es de gran belleza y lo más destacable es la espectacularidad del sonido y la vista que ofrecen las olas rompiendo en la orilla. Disfruta de una temperatura fantástica y generalmente suave, y a nosotros nos encanta incluso en días nublados, en los que se puede disfrutar de una buena lectura y la simple contemplación del mar en todo su esplendor.
Es una playa muy concurrida por la población local, y en verano hay gran afluencia, aunque nunca hemos tenido sensación de agobio en ella. Además el ambiente es muy tranquilo.
Es una playa muy apreciada por la comunidad surfera, y tiene incluso durante los meses de verano una pequeña escuela de surf.
El acceso se hace directamente desde la carretera TF5, en cualquiera de sus sentidos, y mediante un desvió que conduce a la playa perfectamente señalizado. El acceso desciende hasta la playa, que se encuentra cerrada por una gran pared rocosa a su espalda. Existe abajo una zona de aparcamiento pero el único inconveniente es que en épocas de gran afluencia este se llena enseguida, obligándote a aparcar en la cuesta de bajada y teniendo que hacer un tramo a pie.
La playa cuenta con un restaurante donde se puede comer pescado, y un chiringuito donde sirven bebidas y bocadillos. Hay también WC, duchas y servicio de socorrista.
Bañarse en sus aguas es dificil. Es una zona muy afectada por fuertes corrientes y muy vigilada, por lo que en muchas ocasiones está con bandera roja, y cuando permiten el baño es siempre en zona restringida por banderolas, y siempre bajo la atenta supervisión de los socorristas, que acostumbran a regañar por megafonía a los bañistas despistados.
La playa es un espacio especialmente cuidado. Acostumbra a estar muy limpia y muchos carteles nos recuerdan el daño que nuestros residuos dejan en el entorno marino.
En los meses de verano la playa nos regala unas puestas de sol magníficas hacia el mar, pero a partir del otoño y con el movimiento terrestre respecto al sol en las estaciones frías el sol durante el día se queda casi oculto por detrás de la pared de roca de su espalda, con lo que los rayos de sol apenas llegan a la arena y se disfruta de menos horas de luz.